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La máquina de los cilindros |
Durante las tres primeras etapas de «Un, dos, tres...» la cantidad por la que se multiplicaban las respuestas de los concursantes en la primera tanda de preguntas era siempre la misma: 25 pesetas.
CUARTA ETAPA (1984-1985)
Fue a partir de 1984, en la cuarta etapa, cuando esa cantidad comenzaría a oscilar, y ya no sería fija, sino que vendría dada por el azar y por una máquina compuesta por tres cilindros.
Mayra Gómez Kemp y Lydia Bosch explicaron en el primer programa de la cuarta etapa que la máquina estaba compuesta de tres cilindros. En el primero había 1 y 0 (aunque aclaró que había más ceros que unos); en el segundo, números del 1 al 5; y en el tercero, del 0 al 9; por tanto, la cifra más baja que se podía obtener eran 10 pesetas, y la más alta 159.
Durante los cuatro primeros programas de la cuarta etapa la máquina de los cilindros estuvo pintada de color rosa y azul, como el resto del set de las azafatas, pero a partir del quinto, apareció en tonos grises; la propia “Eugenia Enchufols” destacó esta circunstancia en el que fue su último programa como parte negativa.
En el último programa de la etapa (3 de mayo de 1985) Naomi obtuvo la cantidad de 27 pesetas; aunque no era muy alta, sí que era superior a las 13 que había obtenido la semana anterior. Sin embargo, Chicho Ibáñez Serrador desde el control, en atención a la simpatía de los concursantes, que eran parejas que ya habían pasado por el programa, le dio la oportunidad a la primera pareja de decidir si querían una nueva tirada con el peligro de que la cifra pudiera ser menor. Los concursantes, en vista de que la cifra no era muy alta y no tenían nada que perder, decidieron arriesgarse, saliéndoles bien la jugada ya que Naomi obtuvo en esta ocasión la cifra de 41 pesetas.
QUINTA ETAPA (1985-1986)
En la quinta etapa, Naomi Unwin volvió a ser la encargada de accionar la máquina de los cilindros, de la que se podían obtener exactamente las mismas cantidades que en la etapa anterior; es decir, un mínimo de 10 pesetas y un máximo de 159.
En esta etapa, Naomi obtuvo la cifra más baja que dio la máquina en toda su historia, 12 pesetas; fue en el programa dedicado a la publicidad (3 de enero de 1986). La cosa se agravó más si cabe dado que venía precedida de un programa donde tan sólo se consiguieron 25 pesetas, y seguida de otro donde la cifra fueron 13 pesetas. Mayra Gómez Kemp bromeaba señalando que Naomi parecía que se había pasado al bando de “las Tacañonas”.
En el especial dedicado al mundo de la música (17 de enero de 1986), Naomi obtuvo la cantidad de 46 pesetas, que aunque no fue la más baja que había conseguido, al tratarse de un programa especial benéfico Chicho Ibáñez Serrador intervino en off desde el control de realización proponiendo hacer tiradas sucesivas hasta que el primer número fuera un 1. Así, en la siguiente tirada Naomi sacó un 36 y en la tercera 113, que fue la cantidad final con la que los concursantes multiplicaron las respuestas de la primera pregunta.
La destacable cifra de 123 (por coincidir con el título del programa), que se utilizó para la foto promocional del LP “El show del «Un, dos, tres...»”, salió en los programas dedicados a la Navidad y Hungría.
En este vídeo vemos la presentación de los concursantes del programa dedicado a Hungría, el momento en que Naomi consigue que la máquina arroje la cifra de 123 pesetas, y la primera pregunta a la primera pareja.
SEXTA ETAPA (1987-1988)
En la sexta etapa de «Un, dos, tres...» también hubo máquina de los cilindros para decidir la cantidad de pesetas por la que se multiplicaban las respuestas de la primera pregunta. Al no estar ya Naomi en el equipo de azafatas, la encargada de accionar la máquina fue Jenny Hill.
En esta etapa, se introdujo como novedad la posibilidad de que la máquina llegara a la cantidad de 169 pesetas, ya que en el segundo cilindro estaba compuesto por los números 2 a 6.
Tras las vacaciones de verano, Jenny no se reincorporó al equipo de azafatas y su lugar fue ocupado por Nina, que fue la encargada de tirar de la palanca de la máquina de los cilindros.
En el programa dedicado a la botica (5 de octubre de 1987), “las Tacañonas”, en su diálogo con Mayra Gómez Kemp, alabaron a Nina, porque desde que se había incorporado al programa hace cuatro semanas, los premios de la subasta habían sido malos, y las cantidades obtenidas en la máquina de los cilindros no habían sido muy altas. Esa noche, Nina obtuvo 40 pesetas, que, frente a las 22 de la semana anterior, provocaron la ira de “las Tacañonas”.
Como acabamos de señalar, las cantidades obtenidas por Nina no fueron especialmente altas; hasta en tres ocasiones bajó de las tradicionales 25 pesetas, y sólo en su primer programa y en el dedicado a los pasatiempos superó las 100 pesetas.
Después de muchas semanas consiguiendo cifras muy bajas, Nina pudo despedirse por todo lo alto, consiguiendo la mayor cifra arrojada hasta entonces por la máquina.
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